martes, 30 de diciembre de 2008

Finales…felices?


Hace un rato terminó “todos contra Juan”, mini serie en la que el protagonista era un fracasado. Actor sin actuar, amante sin el amor que esperó durante años. Y cuando todos los martes a las 10 y cuarto miraba a Gaston Pauls como un fracasado, le creía. Y me alegraba de que al menos un programa en la tele muestre algo de la otra parte de la realidad (basta de realitys!).
La gente fracasa. Muchos se la juegan por su vocación y sucede algunas veces que, como Juan Perugia, se quedan sin trabajo, no se rinden pero..poco a poco el entusiasmo y la alegría que uno siente al hacer lo que le gusta… se va a apagando. Y cuando eso sucede, uno termina ODIANDO lo que hace. Por eso, como dice Young.. “it’s better to burn out than to fade away”.
No obstante de todo lo dicho anteriormente, se dice que cuando a uno le empieza a ir bien en un aspecto de la enooorme vida, otro se desmorona. Y entonces, puedo afirmar por lógica(luego de abstracciones matemáticas obvio) que cuando todo esta mal, llega la luz!. Juan Perugia espero 15 años al amor, embobado con su mejor amiga Luz. Y cuando todo estaba mal y el tipo parecia engualichado hace años, al fin la luz!, es decir, Luz se entrega a sus brazos.
Gaston Pauls en el último capítulo habla de finales de películas, menciona desde su personaje que no le parecen interesantes los finales felices. Yo pienso lo mismo eh… ¿qué hay de novedad en una escena en donde la chica se da cuenta de que esta enamorada de su mejor amigo, y vuelve a darle besitos? Muy trillado!
Pero cuando le pasa a uno…. Es el mejor final! Y el comienzo de algo mucho mejor…


Aplauso para Gaston Pauls, por hacerme reflexionar a partir de la tv!

domingo, 28 de diciembre de 2008

Todo vuelve...

Y ya cuando pasan tantos meses desde la ultima relación q uno tiene, es hora de seguir adelante. Pero siempre hay una amiga que se tildó y sigue preguntando sobre el quetejedi. Amigas, presten atención! El quetejedi voló a otros nidos! Por más que hace siglos que no encuentro nada decente… chicas, no estoy con él!. Aunque me vean leyendo mensajes viejos, no es así!. Y si me ven chusmeando su facebook…por favor no pregunten! Puede sucederme que borre, muy sin querer queriendo, su teléfono fijo, su cel, su cel del trabajo, su mail, el mail de sus amigos… pero siempre sé que ustedes tienen el cel guardadito para pasármelo en épocas de desesperación. Y no sé si eso sea lo correcto. Sólo les puedo decir, queridas amigas, que esto se terminó!
Obvio che! Acaso voy a sentarme a esperar que él me mande un mensaje a las 4 de la mañana para decirme que me extraña? No. Ya fue chicas… i’m over it!. Hay cosas más importantes: están los amigos antes que los amantes, la Facu antes que los amantes, la flia antes que los amantes, las salidas, las siestas, los paseos, los remises, la música!, las canciones de la radio, un picnic, las risas …
Me fui a la mierda…en qué estaba pensando? Ah si! Las salidas con él…siestas y sus finales cuando me llama, los paseos con él de remisero, la música en la radio y picnics con soda stereo en su auto…y las risas..cuánto reí!
Chicas, presten atención: el quetejedi vuela…y una siempre vuelve a su nido con el pensamiento.

Borrachos y sus celulares

Érase una vez un celular que acompañaba siempre a su dueño en cada salida nocturna. El dueño, muchacho con pasado. Pasado de bebedor incontrolable. Pasado de un par de mujeres a las que le gusta recordar. Y estos dos elementos en un combo de sábado por la noche, muchachos, no es para nada bueno!. Empezando con un fernetcito… la noche se enciende en la oscuridad de algún bar. Y se ríe, si señores, se ríe solo. Y nadie lo entiende, todos se abrazan y regalan carcajadas al aire. Para las 4 de la mañana obviamente ya la mente no le funciona muy bien, y como en una película, comienzan los síntomas del Cólico Melancólico del fin de semana. Luego de las risas llegan los recuerdos, y uno se pone serio. Por un par de segundos eh. Un par de segundos de lucidez en donde la verdad se ilumina. En ese corto instante el celu en el bolsillo es el compañero infaltable. Y el borracho lo agarra y escribe lo primero que se le viene a la cabeza a esa mujercita indefensa que esta en el QUINTO SUEÑO!.. para informarle…

Informarle...que…
a) “estoy borracho en alem … veni que quiero un abrazo”
b) “estoy borracho y solo… me voy a dormir”
c) “quiero hablar seriamente con vos, tengo un peeeeeedo ajaj”
d) “hace mucho no te veo!! Te espero en Formosa”
e) “que haces tanto tiempo….te va un telo?”
O Preguntarle quizás…
a) “queres que te invite un trago? Me sobran”
b) “queres venir a la costa...tengo frio solo”
c) “queres charlar un rato? Prometo no hacerte nada”

MUCHACHADA: en esa iluminación segundera…apiádense de las q dormimos…bloqueen el celular o NO SALGAN CON CRÉDITO!

sábado, 27 de diciembre de 2008

El fracaso de todo un año, y ahora qué?



Generalmente uno, terminando el secundario, y un poco obligado, se incrusta una nebulosa idea de lo que puede llegar a ser en su futuro. Sentado atrás de un escritorio, una biblioteca llena de códigos habidos y por haber y demás libros de derecho, y una secretaria que viene con tazas de café. Un laboratorio, guardapolvo blanco, tubo de ensayo y apuntes de fórmulas. Casco amarillo, obra monumental de un nuevo puente y gente a la cual dirigir. Cientos de proyecciones surgen en una sola mente, imaginate cuántas ideas surgen al mismo tiempo, en ese momento de próximo fin de la dulce etapa escolar.
Uno tiene la fantasía de hacer realidad su vocación. Y lo ve muy cercano “en 6 años voy a tener...18...19..20..21..22..23..23??o 24? Wow que joven y licenciado!!”. Y entonces despide a sus compañeros de
ruta...Aquellos que hicieron llevaderas las mañanas por tantos años encerrados en aquel viejo y añorado colegio. Cómplices, amigos, enemigos, ni fu ni fas. El bueno, el malo y el feo. La gorda y la flaca…las tres chifladas, que no paraban de hablar en clase. Todos, les decimos adiós, buena suerte, nos estamos viendo… Y cada uno por su lado se va en busca del destino.
Y nos aventuramos, entramos al edificio, territorio desconocido. Miramos a toda la gente que va y viene segura de si mismo, segura caminando por los pasillos sabiendo a donde va. Y yo… ¿donde es el aula? ¿Cuál es la materia? ¿Que turno? ¿Por donde llego? Ah este edificio no es…. Uh ya llego tarde el 1º día, lpm!!!. El pie izquierdo se repetirá muchísimas veces a lo largo de la carrera, pero más en primer año. Ese maldito nos hará llegar a casa y replantearnos una y otra vez qué es lo que estamos haciendo, para qué miércoles lo hacemos, qué obtenemos, qué sentido tiene hacer este trabajo, de qué me sirve estudiar esto. Las mismas preguntas con las cuales agachábamos la cabeza y seguíamos porque..Había que terminar el polimodal, ahora nos damos el gusto de tratar de responderlas. ¿Y por qué? Porque es nuestro futuro el que está en juego, nadie nos obliga a agachar la cabeza, la reflexión sobre cada decisión que tomemos a partir de ahora nos facilitará la caminata o nos dejará a la deriva.
Qué bueno si seguís en camino. Pero muchas veces nos quedamos a la deriva. Concientes de todo lo que pasa, elegimos dar un paso al costado. Falta de motivación, no es mi carrera, no me veo haciendo esto, mucha matemática, lo mío es la filosofía, me parece una pavada, me es muy complicado. Miles de motivos que internamente pasamos deliberando horas y horas acostados mirando al techo. En silencio, en voz alta, escribiendo, pero solos. En nuestra soledad es donde cada uno pudo encontrar los verdaderos motivos y estar seguro de esta gran decisión. Porque...si elegir una carrera que estudiar es un paso muy complicado… decidir dejar todo y volver a cero es tan fácil y tan difícil como suena.
Má, dejo todo y me voy de mochilero. Má, este verano me lo tomo, me voy a tirar en la arena a reflexionar. Nada de presiones por favor, necesito peace of mind. Cada uno de los dejadores piensa y dice estas cosas, y por más hippie vago que suene, lo necesitamos. Es tan frustrante terminar este periodo de nuestras vidas viendo a la gente en los pasillos segura de hacia donde se dirige, y darse cuenta de que uno aún se siente como en el 1º día de clases. No encontrarse.
Y ves que tus compañeros de ruta escolar, quienes hicieron el mismo camino que vos, van a la velocidad de la luz con horas de estudio, conformando su nueva historia. Abris tu libro y… tachas todo, pues nada parece servir.
Pero adelante! Todavía tenes 18… 19…20…21…22…23…24 ... 25. 24 y medio es una buena edad también para ser licenciado.